El descanso es un tesoro que tenemos que cuidar. Cuando el descanso se ve afectado sucede que estamos privando a nuestro cuerpo de momentos de relajación y reposición energética vitales, tanto a nivel biológico como psicológico. Ahora bien, es importante entender que el descanso no implica solo las horas de sueño, sino que hay diversos tipos de descanso que podemos experimentar: descanso físico, emocional, social y mental*.
¿Cómo altera la falta de descanso a nuestro cuerpo?
La falta de descanso es uno de los factores biológicos que más afectan a la respuesta de estrés. Si esto se sostiene en el tiempo veremos que aumentará nuestra secreción de cortisol, nuestros comportamientos serán más impulsivos y comenzarán a disminuir nuestras capacidades de reflexión y toma de decisiones. 😱Es por eso que estamos más reactivxs, nerviosxs, ansiosxs cuando no descansamos bien. A la larga esto afecta nuestra calidad de vida de múltiples maneras y con consecuencias severas si no tomamos medidas oportunamente.
Descanso, hambre y conducta alimentaria
Entre descanso y alimentación hay una relación compensatoria que funciona de la siguiente manera: cuando falta descanso el cuerpo va a buscar más energía a través de los alimentos y podremos experimentar la necesidad de comer más. Si por lo contrario no estamos recibiendo energía de los alimentos, vamos a necesitar dormir más o sentir somnolencia.
Cuando hay restricción de descanso también se ve afectado el comportamiento con la comida: a nivel hormonal se secreta más grelina (hormona del hambre) y menos leptina (señaliza la saciedad) por lo tanto, es muy normal tener atracones y comportamientos impulsivos con la comida. Aumentan las ganas de comer y el cuerpo tiende a pedir más cantidad de carbohidratos o alimentos dulces (aportan energía rápida) y de alimentos estimulantes del sistema nervioso (cafeína por ejemplo) para poder estar activo. También es específico de la falta de descanso la aparición de antojos por la noche, la necesidad de comer antes de dormir y las sensaciones de picos y bajas de energía durante el día.
Comer nos ayuda a relajarnos, por eso es uno de los recursos más utilizados cuando el cuerpo necesita descansar. Sin embargo, el comer no va a resolver un desequilibrio cuya causa no es la necesidad de ingesta en sí…y la buena noticia es que hay muchas otras formas de relajarnos para que el descanso que necesitemos ocurra.
Entonces, si estás con un déficit de descanso o estás teniendo comportamientos compulsivos con la comida. (o ambos), una de las cosas que vamos a revisar es cómo estás descansando, qué tipo de descanso estás restringiendo, además de trabajar específicamente con cuestiones de alimentación. Como ves, la alimentación es un mundo enorme y nos trae mucha información sobre lo que le puede estar sucediendo a la persona.
Por eso, si estás pasando por una situación donde te sentís incomodx con tu alimentación o tu conducta alimentaria, te invito a conocer mi acompañamiento personalizado para poder trabajar este tema de manera integrativa, a través de un tratamiento que abarca distintos aspectos por los cuales esto puede estar sucediendo y que incluye variadas herramientas para ir mejorando los síntomas (fitomedicina, gestión emocional, ejercicios para activar el sistema nervioso parasimpático, educación nutricional).
A nuestra conducta alimentaria no solo la mejoramos a través de los hábitos alimentarios, sino también a través de un trabajo de mentalidad, conciencia, autoconocimiento y autocuidado.💛
Si buscás ayuda no dudes en contactarme. 🙂
¡Espero esta información te haya resultado útil!
¡Hasta la próxima!
Meli @estacionconsciente
Referencias bibliográficas
*Para la Dra. Sandra Dalton-Smith experimentamos 7 tipos de descanso: físico, mental, social, creativo, emocional, espiritual y sensorial
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0735109722003102?via%3Dihub
https://www.vitonica.com/prevencion/patrones-de-sueno-inadecuados-alteran-las-hormonas-del-hambre