Cazuela de quinoa y vegetales: calentita, colorida y llena de sabor
Hay recetas que nacen de la improvisación… y se quedan para siempre.
Esta cazuelita surgió un día de invierno, de esos en los que abrís la alacena y decís: “¿qué puedo hacer con todo esto?”. Me encanta jugar en la cocina, combinar texturas, colores y aromas, y dejarme llevar. Así nació esta preparación nutritiva, sabrosa y reconfortante, ideal para los meses fríos, o desde la medicina china, con mayor presencia de Yin.
La protagonista es la quinoa, ese pseudocereal tan noble y versátil, lleno de proteínas, fibra y minerales. Perfecta para cualquier tipo de alimentación, especialmente para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana.
Además, esta cazuela se potencia con el calorcito natural de las especias: jengibre, cúrcuma, pimienta, canela, hinojo, ajo, cebolla… ingredientes que no solo aromatizan, sino que también nutren y reconfortan el Yang.
Ingredientes
- 2 tazas de quinoa (blanca, roja o la que tengas)
- 1 cebolla (morada o blanca)
- 3 dientes de ajo
- 4 zanahorias
- 2 puerros
- 1 puñado de almendras o nueces picadas
- 1 palta (opcional pero deliciosa)
- Aceite de oliva, de coco o ghee
- Cúrcuma
- Pimienta negra o roja
- Caldo de verduras o de huesos (opcional pero recomendado)
- Sal marina a gusto
Paso a paso
- Activá la quinoa: es ideal activarlas 8 horas antes con agua. Pasadas las horas, lavala bien con agua fría hasta que no haga espuma. Cocinala con caldo (o agua con sal marina y especias) durante 15-20 minutos. No la sobrecocines para que conserve su textura.
- Prepará los vegetales: lavá y cortá la cebolla, el ajo, el puerro y las zanahorias en la forma que más te guste.
- Salteá: en una sartén con aceite de oliva, agregá las especias (cúrcuma, pimienta, etc.) y salteá los vegetales. Si lo necesitás, agregá un chorrito de caldo para que no se sequen.
- Uní todo: cuando la quinoa y los vegetales estén listos, mezclalos bien. Sumá las nueces o almendras picadas y, si querés una versión más jugosa, incorporá un poquito más de caldo caliente.
- Serví con amor: en una cazuela, colocá la mezcla. Sumale rodajitas de palta por arriba, un chorrito de aceite de oliva y un toque de sal. ¡Listo!
Para disfrutar con los cinco sentidos
Esta cazuela es una fiesta de contrastes:
La cremosidad de la palta, el crocante de las nueces, la suavidad de la quinoa, el dulzor natural de la zanahoria y el toque especiado que acaricia desde adentro.
Disfrutala calentita, con una cucharita y sin apuro.
Es un abrazo al cuerpo y al alma.
Con amor,
Meli de @estacionconsciente