EL ESTÓMAGO NO TIENE DIENTES

¿Sabías que la digestión comienza en la boca?

¡Sí! Por eso, prestar atención a la masticación es una decisión simple pero muy poderosa para tu salud. ¡Atención! Si sos de tener digestiones complicadas, este artículo es para vos.

¿Por qué es tan importante MASTICAR?

Porque la forma en que masticamos influye directamente en la digestión y el metabolismo. Si no lo hacemos correctamente, el cuerpo debe compensar ese trabajo con más esfuerzo y energía, y eso a la larga puede traer consecuencias.

¿Qué pasa si no masticamos bien?

  • No descomponemos bien los hidratos de carbono. En la boca, la saliva segrega la enzima ptialina, que comienza a transformar los carbohidratos en azúcares simples. Si este proceso no se inicia correctamente, el resto del sistema digestivo tiene que hacer un esfuerzo adicional, complicando la labor digestiva.

  • El organismo gasta más energía. Otras enzimas y órganos tendrán que asumir el trabajo que debería comenzar en la boca, generando un gasto energético innecesario.

  • Puede haber mala absorción de nutrientes. Si el bolo alimenticio no está bien formado ni lubricado, pueden aparecer síntomas como pesadez, gases o digestiones lentas, heces pastosas y con alimentos sin digerir.

  • Dificultamos la función de sustancias protectoras orgánicas. Por ejemplo, la musina (presente en la saliva) ayuda a transformar el alimento en mucosa digestiva, y la lisozima, otro componente de la saliva, actúa como antibacteriano natural.

  • Riesgo de mala depuración. Si no masticamos lo suficiente, puede que el organismo no logre separar adecuadamente las sustancias beneficiosas de las tóxicas, quedando estas últimas más tiempo en nuestro cuerpo.

¿Qué podés hacer?

Comé en porciones pequeñas.
Masticá hasta que el alimento esté casi líquido.
Prestá atención a tus sensaciones y al ritmo natural del cuerpo.

Cuando adoptás el hábito de masticar conscientemente, tu digestión mejora, el cuerpo necesita menos energía para procesar los alimentos y los nutrientes se absorben mejor.

Además, masticar despacio es un acto de presencia: te conecta con el momento, te ayuda a disfrutar más y transforma la alimentación en una práctica de bienestar y salud integral.

¡Espero que esta información te haya servido y que ahora puedas comprender mejor la importancia de masticar bien!

¡Abrazo!

Meli

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